Gracias a Dios, hay hermanas y hermanos que nos exhortan y animan de una manera Bíblica. Fíjense, que este verso de Hebreos capítulo tres nos manda a que nos exhortemos los unos a otros, a diario, TODOS los días. Así de necesitados estamos.
Tenemos que ser humildes y recibir las palabras que nos dicen. Muchas veces, no nos gusta que nos digan algo, pero, cuando nos humillamos al Señor, Él nos ayuda a recibir la exhortación o corrección y seguir en el camino hasta que estemos con Nuestro Salvador. No queremos desarrollar un corazón duro por querer justificar nuestro pecado o, como dice en Hebreos 12 verso 1, de todo peso. Así que, no solo es el pecado sino también cosas que nos pesan e impiden un progreso continuo y hasta acelerado, como vemos aquí, "despojémonos de todo peso y del pecado que nos asedia".
Que Dios nos ayude a ser humildes cuando nos exhortan y cuando nosotras somos las que exhortamos a otras personas.