La gente religiosa
cumple con ir a la iglesia o con hacer muchas oraciones y hasta ser muy amables y corteses. Claman que aman a Dios, y sin embargo, viven sin tomar en cuenta la
Palabra de Dios. Hoy día llegan hasta el punto de atreverse a decir que la
Biblia está anticuada y hay que ser tolerante a lo que la gente quiere ser o
hacer. Escogen lo que les conviene de la Palabra de Dios. Esto es ser
hipócrita. Otros se sumergen en su religiosidad y
creen que Dios les aceptará por eso.
Así ocurrió en el
tiempo de Isaías y por eso Dios lo envió a que le hablara a un pueblo religioso
pero perdido.
Y Dios le dice a
Isaías que clame, que grite, que no tome en cuenta los sentimientos de su
pueblo. Y le dice:
Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como trompeta, y
anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob (Israel) su pecado.
Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente que
hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios; me piden
justos juicios, y quieren acercarse a Dios.
¿Por qué, dicen, ayunamos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas,
y no te diste por entendido?
Isaías 58:1-3a
Al contrario,
Jehová Dios quiere que seamos conformados a la imagen de Jesucristo, que seamos
santos, o sea, apartados para Dios y ser usados por Dios. Si no estás seguro
que cuando mueras, irás al cielo, Dios quiere que tú te arrepientas de ser pecador, que reconozcas que has
pecado contra Él y que aceptes el sacrificio que Jesucristo hizo por ti. Él
tomó todos nuestros pecados y los pagó cuando derramó Su sangre en la cruz.
Si estás dispuesto a ponerte en las Manos de Dios, si crees que Jesús es Dios en la carne y vino para pagar por tus pecados y estás dispuesto a confesar que has pecado contra Dios, contra Su Palabra, estás dispuesto a arrepentirte de tu condición de pecador, entonces estás listo para aceptar a Jesucristo como tu Único y Suficiente Salvador. Podrías orar esto, si no sabes cómo decirle a Dios:
Señor, sé soy pecador, que he pensado y hecho cosas malas. Sé que merezco ser lanzado al lago de fuego, pero no quiero ir allá. Yo creo que Jesús es Dios y murió para pagar por mis pecados. Jesús, perdóname y límpiame de mis pecados. Gracias te doy por la vida eterna. En el Nombre de Jesús, amén.
Si estás dispuesto a ponerte en las Manos de Dios, si crees que Jesús es Dios en la carne y vino para pagar por tus pecados y estás dispuesto a confesar que has pecado contra Dios, contra Su Palabra, estás dispuesto a arrepentirte de tu condición de pecador, entonces estás listo para aceptar a Jesucristo como tu Único y Suficiente Salvador. Podrías orar esto, si no sabes cómo decirle a Dios:
Señor, sé soy pecador, que he pensado y hecho cosas malas. Sé que merezco ser lanzado al lago de fuego, pero no quiero ir allá. Yo creo que Jesús es Dios y murió para pagar por mis pecados. Jesús, perdóname y límpiame de mis pecados. Gracias te doy por la vida eterna. En el Nombre de Jesús, amén.
Y ahora, ¿qué le
debes a Dios?
Tu vida, tu
futuro, tu servicio, y tu amor.
Jesús dijo:
Venid a mí todos los que estáis trabajados y cargados, y yo os haré
descansar.
Llevad mi yugo sobre vosotros, y aprended
de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para
vuestras almas;
porque mi yugo es fácil, y ligera
mi carga.
Mateo 11: 28-30