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miércoles, 27 de febrero de 2013
domingo, 10 de febrero de 2013
Cómo criar a un hijo necio
¿Qué? ¿Y por qué no "Cómo criar a un hijo sabio?"
Ven. Siéntate.
¿Cómo quieres tu café? ¿Con o sin azúcar?
Pues, hermanita, porque tenemos que reconocer lo que estamos haciendo, no solo los padres, sino los tíos y abuelos, y aún los maestros, en fin, la sociedad está criando hijos necios. Y lo estamos haciendo en conjunto. He estado enseñando por más de veinte y cinco años y me maravillo del cambio que he visto en los padres e hijos, y eso, que cuando comencé a enseñar, ya había problemas en el estudiantado, pero, hoy día, hasta los padres son necios. No todos, por supuesto, pero, tengamos cuidado porque caemos en la necedad todos, en algún momento.
Miremos a Proverbios capítulo 1:
1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.
2 Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,
3 Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;
4 Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
5 Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,
6 Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.
Hermana, hay que enseñar el libro de Proverbios para que tus hijos aprendan qué es ser sabio, para que sean inteligentes, listos en el sentido bueno, que sepan distinguir y juzgar entre el bien y el mal, escoger lo bueno y huir de lo malo.
Fíjate que para poder ser sabio, hay que ser humilde - ver.3- y hay que esforzarse a estudiar la Palabra de Dios, de meditar y comprender. ¿Ven nuestros hijos que somos humildes y nos esforzamos por cumplir con el Señor de todo corazón?
Y ahora, el versículo es la clave del libro entero:
Hermanas, ¿estamos enseñando el temor de Jehová? Si no estamos enseñando el temor a Dios, el respeto por la Biblia y sus estatutos, el ir a la iglesia, no como obligación sino como privilegio, estamos criando a un hijo necio. Si permitimos que un hijo desprecie, o sea, que no valore y rechace la sabiduría, la enseñanza, estamos criando a un hijo necio. Un insensato es un necio, alguien que no teme a Dios y se cree que ya sabe todo, que no necesita ser enseñado. Hermana, ¿caes en ese pecado? ¿Estás sujeta a tu esposo sin criticarlo y despreciarlo? Todas estamos bajo autoridad. Si no lo ven en ti, te imitarán de seguro.
Fíjate lo que dice el versículo 8:
8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
¿Estás apoyando a tu esposo como la autoridad de tu hogar y estás encaminando a tus hijos a seguir la dirección del papá? Nosotras, las esposas, tenemos que seguir las instrucciones del padre del hogar, no solo son los hijos. Enseña con tu ejemplo.
En el Salmo 119, dice el ver. 130
La exposición de Tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
Eso es lo que hace falta hoy en día, entendimiento. Y si no enseñas la Palabra de Dios, estás criando a un hijo necio que no entiende el por qué de las cosas. Si estás criando a un hijo necio, estás siendo desobediente a la Palabra de Dios. Hay esperanza, hijita, sí que lo hay. Arrepiéntete primero, y empieza a enseñar a tus hijos la Palabra de Dios.
Juan 8:32
y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Ven. Siéntate.
¿Cómo quieres tu café? ¿Con o sin azúcar?
Pues, hermanita, porque tenemos que reconocer lo que estamos haciendo, no solo los padres, sino los tíos y abuelos, y aún los maestros, en fin, la sociedad está criando hijos necios. Y lo estamos haciendo en conjunto. He estado enseñando por más de veinte y cinco años y me maravillo del cambio que he visto en los padres e hijos, y eso, que cuando comencé a enseñar, ya había problemas en el estudiantado, pero, hoy día, hasta los padres son necios. No todos, por supuesto, pero, tengamos cuidado porque caemos en la necedad todos, en algún momento.
Miremos a Proverbios capítulo 1:
1 Los proverbios de Salomón, hijo de David, rey de Israel.
2 Para entender sabiduría y doctrina,
Para conocer razones prudentes,
3 Para recibir el consejo de prudencia,
Justicia, juicio y equidad;
4 Para dar sagacidad a los simples,
Y a los jóvenes inteligencia y cordura.
5 Oirá el sabio, y aumentará el saber,
Y el entendido adquirirá consejo,
6 Para entender proverbio y declaración,
Palabras de sabios, y sus dichos profundos.
Hermana, hay que enseñar el libro de Proverbios para que tus hijos aprendan qué es ser sabio, para que sean inteligentes, listos en el sentido bueno, que sepan distinguir y juzgar entre el bien y el mal, escoger lo bueno y huir de lo malo.
Fíjate que para poder ser sabio, hay que ser humilde - ver.3- y hay que esforzarse a estudiar la Palabra de Dios, de meditar y comprender. ¿Ven nuestros hijos que somos humildes y nos esforzamos por cumplir con el Señor de todo corazón?
Y ahora, el versículo es la clave del libro entero:
7 El principio de la sabiduría es el temor de Jehová;
Los insensatos desprecian la sabiduría y la enseñanza.
Hermanas, ¿estamos enseñando el temor de Jehová? Si no estamos enseñando el temor a Dios, el respeto por la Biblia y sus estatutos, el ir a la iglesia, no como obligación sino como privilegio, estamos criando a un hijo necio. Si permitimos que un hijo desprecie, o sea, que no valore y rechace la sabiduría, la enseñanza, estamos criando a un hijo necio. Un insensato es un necio, alguien que no teme a Dios y se cree que ya sabe todo, que no necesita ser enseñado. Hermana, ¿caes en ese pecado? ¿Estás sujeta a tu esposo sin criticarlo y despreciarlo? Todas estamos bajo autoridad. Si no lo ven en ti, te imitarán de seguro.
Fíjate lo que dice el versículo 8:
8 Oye, hijo mío, la instrucción de tu padre,
Y no desprecies la dirección de tu madre;
¿Estás apoyando a tu esposo como la autoridad de tu hogar y estás encaminando a tus hijos a seguir la dirección del papá? Nosotras, las esposas, tenemos que seguir las instrucciones del padre del hogar, no solo son los hijos. Enseña con tu ejemplo.
En el Salmo 119, dice el ver. 130
La exposición de Tus palabras alumbra; Hace entender a los simples.
Eso es lo que hace falta hoy en día, entendimiento. Y si no enseñas la Palabra de Dios, estás criando a un hijo necio que no entiende el por qué de las cosas. Si estás criando a un hijo necio, estás siendo desobediente a la Palabra de Dios. Hay esperanza, hijita, sí que lo hay. Arrepiéntete primero, y empieza a enseñar a tus hijos la Palabra de Dios.
Juan 8:32
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