Hermanas Mías,
Estamos perdiendo a nuestros jóvenes de
una manera increíble a mi parecer. ¿Por qué? Son varias las razones. Vamos a
mirar el libro de Proverbios para exponer este problema. Así nos examinaremos a
nosotras mismas y podremos comprender qué está sucediendo en esta generación.
Fíjense, cómo comienza este libro, con el propósito del libro en el versículo siete…
El principio de la sabiduría es el temor de
Jehová; Los insensatos desprecian la sabiduría y la
enseñanza.
Si temo a Dios, soy sabia. Pero, ¿qué es ese temor a
Dios? Es reverencia o sea, un respeto sumamente grande, un miedo reverente.
Al mirar este versículo, tengo que preguntarme, ¿Estoy
aumentando en sabiduría en mi vida? ¿O estoy despreciando la sabiduría y la
enseñanza? En el momento que yo digo en mi mente, en mi corazón que lo que
estoy escuchando es para los demás o que es para otro tiempo o época, que yo
escojo lo que quiero hacer, estoy despreciando la sabiduría y temor de Dios.
Automáticamente, soy insensata, tonta, necia. Ser insensata quiere decir
ser ignorante por negligencia pudiendo ser sabia. Es ser terca, porfiada.
En el hebreo, insensato significa perverso y
esto es ser malo, que causa daño intencionadamente, que corrompe o
daña las costumbres.
¿Realmente tengo temor de Dios?
El temor de Jehová es aborrecer el mal; La soberbia y la arrogancia, el mal camino, Y la boca perversa, aborrezco. Proverbios 8:13
Si ese temor se ve en mis acciones en lo que hago y no hago, tengo temor de Dios. ¿Aborrezco el mal? ¿La soberbia y lo demás que dice ese versículo? ¿Qué tal la boca perversa? ¿Qué está saliendo de mi boca? ¿Palabras que animan, edifican, amonestan con versículos Bíblicos y un espíritu humilde y recto o salen críticas, palabras que desaniman y destruyen? ¿Palabras de sentido doble? Aunque no saliera de la boca, ¿están presentes en mi mente y corazón?
Detente aquí, hermanita, y medita en las preguntas anteriores. No sigas hasta que te las hayas contestado con toda honestidad.
¿Cómo te fue?
¿Te sentaste a orar y meditar en la Palabra Santa de Dios y le preguntaste al Señor que te mostrara tus errores y aún los ocultos de tu corazón? Si lo hiciste o si lo vas a hacer ahora, hermana, entonces, estás en el camino de la sabiduría, del temor de Dios. Si lo has estado haciendo en tu caminar con el Señor, ya estás en el camino, hijita.
La próxima vez, miraremos qué sucede cuando la
sabiduría permea tu ser.
Proverbios 14:26