sábado, 26 de marzo de 2011

Ayuda idónea para él

Génesis 2:18 Y dijo Jehová Dios: No es bueno que el hombre esté solo; le haré ayuda idónea para él.  

Fíjense, que ser una ayuda idónea no significa ayudar al esposo únicamente, sino también tomar parte activa de manera inteligente en sus intereses y ministerio, los que tengan ministerio.*  Es una ayuda de su mismo tipo, no uno de los animales que Adán había nombrado.  Eva fue hecha de su propia carne, parte de su propio ser, y ahora, es su compañera inseparable…

Como ayuda idónea, es mi deber y placer buscar qué necesita mi esposo que yo haga por él, saber cuáles son sus necesidades y buscar cómo poder facilitarle lo más posible.  Necesito saber cómo piensa mi esposo, qué le gusta, cómo le gusta, y qué no sabe hacer o no puede hacer bien y ver cómo puedo ayudarlo. 

Guárdate de criticar a tu esposo, que no está haciendo lo que tú esperas de él.  Habla con él, después de haber orado y tener cuentas claras con el Señor. 

Además de ayudar a nuestros esposos en la vida diaria, debemos orar por ellos, pidiendo por su protección, que el Señor los prospere en sus trabajos, que el Señor les guarde de la tentación, y hablando de tentación, ayudarlos a que se guarden de las mismas.  Mucho cuidado con lo que dejas entrar a tu hogar por medio del televisor, de la radio, del periódico, de los libros, revistas y demás medios de comunicación.  Ya no es el televisor la amenaza más grande; puede que hoy día sea el internet.  Todos nosotros debemos tener unas reglas en cuanto al uso de estos dos últimos aparatos especialmente. 

Además, debemos rendir cuentas los unos a los otros, como dijo el Apóstol Pablo, que nos sometamos los unos a los otros.  Yo tengo acceso completo a la computadora de mi esposo y de sus cuentas y él también de la mía y de mis cuentas.

Bueno, hermanitas.  Tengo sueño. 

Buenas noches. 

Y seguimos otro día.




*Todo hombre Cristiano debería tener algún tipo de ministerio o tomar parte en la viña del Señor en la capacidad que Dios le ha llamado.