domingo, 22 de febrero de 2015

¿Por qué no tienes paz?

¿Por qué no tienes paz?
¿Por qué no encuentras lo que tanto ansías?
¿Por qué te parece que a nadie realmente le importa, que nadie comprende lo que estás pasando?

Te he estado observando desde hace tiempo, viendo cómo estás luchando para alcanzar la felicidad y a veces, parece que sí, que ésta vez lo lograste, pero no.  Pasan unos meses y se desvanece.  Como el agua corre entre los dedos de la mano, así la felicidad, se te fue de entre las manos… Y te quedaste sola otra vez, sola aunque acompañada, quizá de unos pequeñuelos, hijos tuyos.  Y luego, te ha sobrecogido una tristeza tan fuerte que te ha hundido en la depresión.  Te empiezas a quejar de la vida, de los demás, y tal vez hasta de Dios.  Por último, te rebelas de tu situación, de tu soledad y te desquitas con los demás e insultas la vida y tu propia existencia…

Y sigues buscando.  Sigues buscando porque tienes un vacío que nadie ni nada te puede llenar.  Y aunque te endurezcas por fuera y digas que no, por dentro sigues desesperada, triste, angustiada y sola.  No puedes escaparte de la soledad.  Quieres, pero no puedes.

Hay solución.  Hay remedio.  ¿Estás dispuesta a buscarla? 
Tendrás que ser honesta contigo misma.  

Ya he sido honesta, yo sé que estoy triste y enojada y que quiero que alguien me ame y me atesore para toda la vida.

Entiendo lo que dices, pero esto va más allá.  Permíteme explicarte a fondo.  El que mejor y más conoce de tu situación y de tu vida es tu Creador, Dios.  Mira lo que Él dice en Su Palabra, la Biblia.

Primero, ven a Dios, humíllate ante Dios y dile lo que hay en tu corazón.  Mira lo que escribió alguien en el libro de los Salmos.

1Ten misericordia de mí, oh Dios, ten misericordia de mí;
Porque en ti ha confiado mi alma,
Y en la sombra de tus alas me ampararé
Hasta que pasen los quebrantos.
Clamaré al Dios Altísimo,
Al Dios que me favorece.
                Salmo 57: 1-2

Fíjate que esta persona estaba angustiada, y estaba pasando por serios problemas porque dice “Hasta que pasen los quebrantos.”  Hijita, ven a Dios de esta manera, pidiéndole que tenga misericordia de ti, que te ayude.

¿Qué más necesito hacer? te preguntas.  No dudes del amor de Dios.  Él te lo ha demostrado.
Este versículo que sigue ha sido citado por muchas personas y estoy segura que tú lo has oído, pero no por eso dejamos de darle la importancia a este versículo que se merece. Tú estás buscando amor.  Y Dios demostró Su amor por ti.  Por amor, Él se dio por ti y por mí.
16 Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna. 
Juan 3:16

¿Hay algo más que necesito hacer?

Sí.  Reconoce que has pecado contra Dios, que has quebrantado su ley, que has vivido sin reconocerlo en tu vida, que "la paga del pecado es muerte" y que la Palabra de Dios dice que aún los mentirosos serán lanzados al lago de fuego...

Pero los cobardes e incrédulos, los abominables y homicidas, los fornicarios y hechiceros, los idólatras y todos los mentirosos tendrán su parte en el lago que arde con fuego y azufre, que es la muerte segunda.

¿Estás lista?

Y ahora, ¿qué harás tú con Cristo?  Él te ama, te buscó y espera para darte vida eterna, pero necesitas confesar que has pecado contra Él, que no le has tomado en cuenta, que tal vez hayas tratado de ser religiosa en algún momento y tal vez no, pero has violado la ley de Dios y no puedes hacer nada para merecer ir al Cielo con Él.  Fíjate en este versículo.
1Y él os dio vida a vosotros, cuando estabais muertos en vuestros delitos y pecados,

Pero Dios, que es rico en misericordia, por su gran amor con que nos amó,
aun estando nosotros muertos en pecados, nos dio vida juntamente con Cristo (por gracia sois salvos), Efesios 2
                                                                                  
Fíjate que no nos merecemos la salvación ni la podemos mantener por nuestros propios esfuerzos.  Dios te ama, y Él quiere darte vida eterna, pero necesitas confesar que has pecado contra Él, que solo Él te puede salvar y entonces, necesitas arrepentirte de tu condición de pecadora y pedirle que te salve. 

¿Lo harás?

Solo así tendrás la paz que necesitas y la dirección en tu vida que tanto buscas.  Tendrás un propósito nuevo y Dios te ayudará.  Eso sí, no significa que no tendrás problemas, pero Dios nos asegura que Él nos ayudará y nos sostendrá en las tribulaciones.
Confía en Él.








para mostrar en los siglos venideros las abundantes riquezas de su gracia en su bondad para con nosotros en Cristo Jesús.
                                      Efesios 2:7