viernes, 17 de abril de 2015

¿Ceder o No Ceder?


¿Ceder o No Ceder?  ¿Qué hago?

Una persona con cordura tiene control de sí misma.  Es una persona que se puede frenar ante la tentación, sea cual sea, y en este caso, es ante una ofensa.  ¡Ay, yay, yay!  Cuando nos ofenden, queremos responder rápidamente, ¿no?  No queremos “perder”.  No queremos quedar avergonzados delante de los demás, ¿cierto? 

Y corre por tu mente, ¿Qué pensarán si me quedo callada o si no soy fuerte?  Me tengo que dar a respetar, pensarás. 

¿Fuerte?  ¡NO!  Ante los ojos de Dios, eres fuerte cuando no cedes al enojo.  Es más, Dios te va a honrar, y por dentro, los demás te van a respetar.  Hay que actuar en base a los hechos y no por emociones si queremos darnos a respetar.

TOMA EN CUENTA:
No voy a ceder a la tentación de enojarme. 
Puedo controlar mis emociones. 
Si no me enojo, muestro que puedo juzgar una situación sabiamente.




La cordura del hombre detiene su furor,
Y su honra es pasar por alto la ofensa.
Proverbios 19:11