sábado, 6 de febrero de 2010

Y ahora, ¿Qué hago ahora que estoy casada con un pastor?

Y, eso mismo...Ahora, ¿qué hago? Tal vez te preguntes al hallarte casada con un pastor o pastor misionero. Pues, en primer lugar, eres la mujer de la cual se enamoró tu esposo. De todas las mujeres del mundo, él te escogió a ti. Qué bendición, ¿verdad?
Pero, te preguntarás, ¿qué hago yo en el ministerio? Yo no sé qué hacer en la iglesia, qué hacer con las damas. ¿Casi no sé cocinar! Y ahora tengo todo este cargo.
Recuerda, el Señor sabía que tu esposo te iba a escoger a ti como su compañera de vida, como su esposa, su amiga, la que debe y puede comprenderlo en este encargo el cual es el ministerio. Tú eres especial para tu esposo. Que no se te olvide ser esa persona especial.
Y eso de qué hacer en el ministerio y para el ministerio, de eso hablaremos en este sitio…Un tema a la vez, una preocupación a la vez. Lo más importante para servir al Señor Jesucristo es conocerlo personalmente. ¿Conoces a Cristo como tu Único y Suficiente Salvador? ¿Estás segura que si mueres hoy que irás al cielo con el Señor? ¿No? Déjame contarte…